martes, 8 de noviembre de 1977

ORIBE: SOLDADO, GOBERNANTE Y HOMBRE


Vísperas de Ituzaingó. En los fogones del ejército de las Provincias Unidas se está cocinando algo más que el rancho de la tropa: el motín. El infatuado Lavalle, el adusto Paz, el alocado Lamadrid, quieren deponer a Alvear, ese arrogante General en Jefe que no ha obtenidos sus galones como ellos, a sacrificio y coraje en las duras luchas de la Independencia. Como a su cófrade logista Pueyrredón, bien pudo decirle el coronel Dorrego esa frase que le costó seis años de destierro: "No recuerdo en qué campo de batalla me he encontrado con el señor General".