jueves, 15 de diciembre de 1983

ORÍGENES DE NUESTRA LEGISLACIÓN LABORAL - Contestando a "La Semana", suplemento sabatino de EL DÍA


Nuestro pueblo, jamás ha conocido, salvo en lo referente al período artiguista una enseñanza en serio de nuestra historia a nivel oficial. Ella, en cambio, ha sido sustituida por una retahíla de medias verdades, dirigida a encauzar las afecciones políticas de los futuros ciudadanos en favor del partido de gobierno y en base a lo cual éste otorgaba o no el vital espaldarazo económico de la oficialización. Mi emocionada admiración y gratitud pues, a todos los historiadores que renunciaron a dicho beneficio en homenaje a la verdad.

jueves, 10 de noviembre de 1983

ORIBE, EL HEREDERO DE LA TRADICIÓN ARTIGUISTA


En SOMOS IDEA del 26 de agosto publicamos un artículo titulado “Manuel Oribe, el Gobernante”, en el cual glosamos brevemente lo más destacado de su obra, su pensamiento, sus principios morales, tan amoldados al imperecedero legado de Artigas, confrontando la acción y el pensamiento de ambos en fundamentales temas. Así en su nacionalismo, su americanismo, su afán por la educación, la salud pública, por la protección a las industrias nativas.

Nada como seguir hurgando en la vida del fundador del Partido Blanco, para tropezar constantemente con esa similitud de ideario con el fundador de la Patria. Repasando esa notable y exhaustiva obra que es “El Gobierno del Cerrito” de Mateo Magariños de Mello, dimos con estas palabras estampadas en el diario  de Oribe “El Defensor de la Independencia Americana” de agosto de 1846, tan ajustadas a aquellas sabias y premonitorias palabras de Artigas al Cabildo de Montevideo en agosto de 1815: “Vele el Cabildo por la conservación de nuestra campaña. De lo contrario nos expondremos a mendigar”.

Así comenta el diario de Oribe acerca de la próspera situación de que alardeaban los gobernantes de la sitiada Montevideo, en aras del falso oropel que representaban los numerosos capitales europeos que a nuestras tierras arribaran para lucrar a expensas de nuestros conflictos, tal como si estuviésemos en pleno 1980, casi un siglo y medio después:

“Los que no ven sino la corteza de las cosas, han puesto por las nubes el estado de prosperidad de la ciudad Montevideo en los tres o cuatro años que precedieron al asedio. Fijándose en el aumento verdaderamente prodigioso de los edificios, creían encontrar en él un síntoma de prosperidad, pero ese era un error grave que se patentizaba echando una mirada al resto de la República. Ese movimiento ficticio de que gozaba la ciudad principal a costa de la ruina de la campaña, donde se encuentra la verdadera fuente de nuestra riqueza, proporcionaba más motivo de aflicción que de regocijo a los que se interesaban de veras en la prosperidad del país”.

Ah, ¡si los gobernantes que en este país lo han sido, hubiesen seguido aunque fuere esporádicamente la línea política de Artigas y Oribe!
JORGE PELFORT
“SOMOS IDEA”
10 noviembre 1983

lunes, 15 de agosto de 1983

MIRAS POLÍTICAS


En reciente página económica de "El País" un articulista haciéndose eco de notorias declaraciones del ministro de Agricultura, se refiere "... a la explotación patriotera de que los campos uruguayos puedan ser adquiridos por extranjeros y llegando a proclamar poco menos que una traición a nuestro futuro la circunstancia de que el mercado se entone con demandas provenientes del exterior; ya habíamos señalado que la intervención de extranjeros en la adquisición de campos, no puede verse sino como un factor favorable hacia una mayor demanda y mejora de los precios".

No siendo economista sino productor rural, ello me basta para saber que una valorización SANA de los campos, no puede provenir de la propina extra que un extranjero pueda adicionarle al "vil precio de la necesidad" a que un productor se ve obligado a enajenar su capital, sino de que la producción de ese campo sea un negocio próspero para quien racional y adecuadamente lo explota y que de él decorosa y exclusivamente pueda vivir.

Esto es, por supuesto, la antítesis de la "panacea" de la que el Ministro y el periodista se lisonjean, o sea que el inversor extranjero adquiera un negocio ruinoso jugando, como quien pone una ficha en la ruleta, con una futura y remuneradora valorización. Así, según datos oficiales que repitiera el Dr. Corso, una de cada 16 hectáreas del país ha pasado a poder de extranjeros. Y el ritmo, no quepa duda, progresará geométricamente.

Pero dada la extrema postración a que esta conducción económica ha arrojado al agro, nos permitimos aconsejar un mullido asiento a quienes especulan con el milagro de una revalorización. Porque tal vez lo único cierto que sabemos de economía es que los tales "milagros" no son producto del azar, sino lógica consecuencia de una serie de medidas acertadas de las cuales, a la primera aún estamos por verle asomar el hocico.

El aparato productivo pues, tendrá que recomponerse primero de la devastadora acción de los economistas pasados y presentes y su nefasta visión de topo. Sus trascendidos, pero tardíos "mea culpa" (entonados en privado), son el "final de Norma" al que han derivado sus engolados alardes y suficiencias de otrora, sin dejar de disfrutar, por supuesto, de los suculentos estipendios con que siguen afrentando a su víctima que lo es el pueblo todo.

Para ellos, para los que detentan posiciones políticas jactándose de no ser políticos, (¿quién acudiría conscientemente a un médico que abominara de la medicina), estos párrafos que hace 135 años Manuel Oribe, militar y presidente de la República que no era economista y tal vez ni siquiera sabía bien donde quedaba Chicago, dirigía al general Lucas Moreno al encomendarle la fundación de Nueva Palmira, con expresiones del más auténtico cuño artiguista: "Pero los agraciados con solares deben ser todos naturales. No me importa el producto que por la compra puedan dar los terrenos que pasan a extranjeros, PORQUE ME HACE MÁS FUERZA LA MIRA POLÍTICA QUE TENGO".

JORGE PELFORT
SOMOS IDEA
agosto 1983

jueves, 9 de junio de 1983

DESDE ANTES DE CRISTO

NIHIL NOVUM SUB SOLE

Solitaria tarde dominguera. Nos disponemos a poner un poco de orden en nuestra biblioteca. Predomina absolutamente lo histórico. El primer estante, abajo, es mitad literatura y mitad temas históricos, pero encarados con imaginación de literato, lógico pues que compartan el lugar.

Segundo y tercer estantes, historia uruguaya. En el segundo, se destacan los gruesos volúmenes De "El Gobierno del Cerrito", mientras que en el tercero, (la mitad sobre Artigas), los tres tomos rojos de la edición oficial del "Alegato" de Acevedo.