domingo, 22 de octubre de 2000

ARTIGUISMO Y ANTIARTIGUISMO

Gral. José G. Artigas
A mediados de Febrero de 1820, tras la derrota de Andrés Latorre en Tacuarembó, Artigas atraviesa el río Uruguay cerca de la barra del Cuareim, y no volverá ya en vida al suelo patrio. Sus enemigos habían triunfado. Los portugueses más visiblemente, pero también, tirando la piedra y escondiendo la mano, el Directorio unitario porteño, presidido por su “querido tocayo, compadre y amigo”, así encabezaba sus cartas a Artigas, a la vez que urgía a Lecor  que nos invadiera- el siempre falso y mediocre José Rondeau, el de la avenida montevideana. También disfrutaban del hecho muchos orientales, porteñistas en primera instancia, pero, según el desarrollo de los acontecimientos, aportuguesándose sin demoras ni sonrojos, dando pruebas del más ágil pragmatismo. Sus nombres figuran en chapas de avenidas y calles de los barrios residenciales capitalinos.

jueves, 30 de marzo de 2000

A DESARTIGAR

Artigas dictando las Instrucciones del Año 1813
El operativo a desartiguizar, o sea de rebajar a Artigas como prócer mayor e indiscutido de la patria, avanza más o menos disimulado, pero inexorablemente. No se trata de la charlatanería de bombo y platillos contra Artigas con los que trata de llamar la atención sobre si cierta reencarnación de la trilogía unitaria de Mitre, Sarmiento y Vicente F. López. Por el contrario, es estilo del citado operativo ese “dar quitando” que aflora como al pasar - aunque no carente de alguna estocada a fondo -  y que siempre quita más de lo que da. En “Búsqueda del 16 ppdo. el Sr. Kempis Fleitas tiró el gato arriba de la mesa muy oportunamente. Veré que puedo aportar al tema, por más que leo la prensa - principal fuente al respecto - esporádicamente.

jueves, 10 de febrero de 2000

BENEDETTI Y LA HISTORIA

Mario Benedetti
Días pasados apareció en la prensa una carta del Dr. Enrique Tarigo, comentando un artículo que sobre la actualidad uruguaya publicó en diario madrileño Mario Benedetti, reproduciéndolo íntegro a su lado. Tarigo califica al artículo de "...conjunto innoble de falsedades" y de "...texto deleznable" que revela que su autor está "vetusto y desinformado".

Pero hay otro aspecto del artículo de marras que también merece comentarse y es cuando Benedetti decide incursionar también en nuestra historia con un par de encendidos elogios de tipo genérico a don José Batlle y Ordoñez. Más, cuando quiere entrar a concretar, su carácter de mero improvisado en el tema salta a la vista. Algunos ejemplos: