"Junto
al ceibal florecido, /
cara
al cielo y solitario, /
riega
con sangre caliente /
la
rosa azul de su canto; /
el
grito muerde las carnes:
/Delfina!,
Delfina! ... Pancho! /
y
el hombre se vuelve tigre /
y
el tigre vuelve matando.../
silencio,
montes y ríos, /
los
pumas están llorando".