viernes, 31 de octubre de 1997

CAJÓN DE SASTRE

Mariscal Francisco Solano López
En el número del 17 de octubre -sección "Cajón de sastre" de Mauricio Rosencof - bajo el título "Mejicaneada", se deslizó un notorio error histórico. En él se atribuyó al Dr. Luis A. de Herrera (foto) la iniciativa de la devolución al Paraguay "...de las banderas conquistadas en la guerra de la Triple Alianza" en la cual como dice el articulista "trabajamos por cuenta de otros...", tema que nos recuerda con demasiada frecuencia la tristemente célebre diana de Palleja. 

Debemos agregar que tal "gesto" incluyó, además, la condonación de una cuantiosa suma por "deudas de guerra". Pero hete aquí que, ambas resoluciones, incluidas en el mensaje a las Cámaras del presidente Santos, fueron aprobadas el 13 de abril de 1883, cuando el aludido Luis A. de Herrera contaba apenas 9 años de edad. Herrera -seguramente de ahí la confusión- fue, sí, ferviente reinvindicador del prócer paraguayo y americano Francisco Solano López y la causa  de su patria, así como acre censor de la inicua agresión, masacre y saqueo, digitados desde Londres en aras del engrandecimiento de la banca y el comercio inglés, del aumento territorial de Brasil y Argentina, y de la disminución poblacional uruguaya en fácilmente 10.000 personas de toda edad y sexo. Su tarea bibliográfica en la materia, así como algún otro significativo gesto de solidaridad con el Paraguay, han hecho que una avenida asunceña luzca su nombre.

Finalmente, la tan promocionada devolución de trofeos y condonación de deudas no habría sido al parecer tan generosa y altruista como la pintan nuestros textos de historia. Pues, coincidentemente grandes extensiones de campos paraguayos pasaron a propiedad -en cantidades decrecientes- de nuestro entonces ministro en Paraguay, el abogado español Matías (para algunos "Matatías") Alonso y Criado, de nuestro canciller Carlos de Castro y, claro está, del presidente Máximo Santos, quien, por hallarse más alejado de la piñata, apañó menos, detalle que no le ha de haber afectado porque seguramente ni se enteró del mismo. De todos modos, al Paraguay le salió muchísimo más barato que pagarnos la infame "deuda".

JORGE PELFORT
REVISTA   "TRES"
31 OCTUBRE 1997

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