jueves, 30 de marzo de 2000

A DESARTIGAR

Artigas dictando las Instrucciones del Año 1813
El operativo a desartiguizar, o sea de rebajar a Artigas como prócer mayor e indiscutido de la patria, avanza más o menos disimulado, pero inexorablemente. No se trata de la charlatanería de bombo y platillos contra Artigas con los que trata de llamar la atención sobre si cierta reencarnación de la trilogía unitaria de Mitre, Sarmiento y Vicente F. López. Por el contrario, es estilo del citado operativo ese “dar quitando” que aflora como al pasar - aunque no carente de alguna estocada a fondo -  y que siempre quita más de lo que da. En “Búsqueda del 16 ppdo. el Sr. Kempis Fleitas tiró el gato arriba de la mesa muy oportunamente. Veré que puedo aportar al tema, por más que leo la prensa - principal fuente al respecto - esporádicamente.


Docum. Nº 1) - En el diario “El Día” (21.6.981), una bastante extensa nota del Dr. Julio M.Sanguinetti, con el título nada contemporizador de “Se es uruguayo así o no se es uruguayo”, se expide acerca de Artigas y “… su presunta superioridad de conductor o militar”. El término “presunto” aventa cualquier duda sobre la intención de retacearle importancia en ambos aspectos. Negarle jerarquía a Artigas como conductor de masas no vale el tiempo que invirtiéramos en controvertirlo. Artigas como militar, por más que Sanguinetti lo menosprecie sin vacilar, resulta más difícil de calibrar, porque casi nunca peleó en un mismo pie de igualdad logístico y armamentístico que el enemigo, sino inferior. Alguna vez si, en superioridad numérica … contabilizando a los que llevaban por toda arma un palo corto como garrote u otro más largo - aguzado en la punta - a manera de lanza. Por lo general, además, ni que hablar de uniformes, buenas botas y capotes; con suerte un chiripacito que cubriese muslos y rodillas, trazas de un poncho, y acaso botas de potro con los dedos para afuera, como para ir tanteando piedras, espinas y la sensación térmica de la escarcha. Su artillería, cuando la tuvo, no pasó de algún cañoncito pedrero como el célebre Boca Negra. ¿Qué experto en materia militar se atreve a asegurar que Federico II o Napoleón I habrían obtenido mejores resultados puestos sobre su caballo?  Así y todo, Artigas ganó no sólo  Las Piedras - como afirma Sanguinetti - sino también Guayabos, a donde llegó desde el corral de piedras de Sopas, con tiempo de sobra para decidir la victoria “… por medio de un contraataque ordenado por el Gral. Artigas (1) y realizado por parte la 1ª Div. de infantería, compuesta por el Reg. de Blandengues y comandada por el Tte. Cnel. Bauzá” (Dto. de Estudios Históricos del E.M.E., “Historia del Ejército”, p.52). Otros triunfos de Artigas que Sanguinetti le omite son Santa María o Ibirapuitán (Río Grande) contra Abreu, y el muy reñido pero finalmente triunfal de Las Guachas (Entre Ríos)  contra Ramírez. Tales omisiones mediantes - 75% de sus triunfos - permiten a Sanguinetti sostener que sólo ganó en Las Piedras y  que “…Rivera y Lavalleja cosecharon más lauros”.

Agrega en el párrafo siguiente : “Tampoco fue en el plano político un modelo de éxito… trayectoria de un hombre incomprendido … Tozudamente persistió en ese alejamiento de la patria en la que se sintió un perdedor“, le endilga ahora Sanguinetti, y acota que, sin embargo “… ha devenido la mayor figura de su tiempo” (es clara la misión limitante del pronombre posesivo por mi subrayado). Respecto a lo último, se pregunta y contesta : ” Por qué este milagro, entonces. Precisamente porque nadie como él, encarnó los ideales que animaron la revolución… Y así devino el símbolo… la esencia de un pensamiento democrático que es la misma razón de ser del país”. Demasiado para “un hombre incomprendido”.
“No era un pensador“- sentencia drásticamente a continuación la semblanza - pero menos mal que se topó casualmente con unas “… pocas ideas bien digeridas … cuando trabajó con Azara, de quien absorbió el liberalismo político”. Al respecto discrepan radicalmente los más profundos estudiosos del tema. Basándose incluso en Bauzá, los historiadores Fernando Terán y Gadea, ganadores del concurso “influencia de Azara en el pensamiento artiguista” (1967), concluyen que “… Azara sería figura inoperante en cuanto a influencia normativa en la personalidad de nuestro Prócer”. También Narancio sostiene que las ideas expuestas por el afamado sabio aragonés, respondían a pautas económicas, mientras que en el reglamento de 1815, “… en cambio, Artigas pone su acento en la justicia”. Reafirma enfáticamente Petit Muñoz : “El criterio social de ambos era opuesto… Por ello el orden de prelación entre pobres y ricos que establece el Reglamento de 1815 es de Artigas … y éste lo concibió a pesar de las ideas de Azara”. Haber concebido las ideas diametralmente opuestas a las de su único y encumbrado maestro, ¿nos pone o no ante la presencia de un pensador? Por más que fuera un presunto conductor de masas, pobre militar, incomprendido sin remedio y asumido perdedor.
Docum. Nº 2) En octubre de 1996 un cuarteto musical excretó desde lo más íntimo de sus almas y sus mentes, una serie de ordinarieces y procacidades varias contra Artigas, su esposa, su compañero Lenzina, su bandera y su ideario, provocando la espontánea repulsa de la inmensa mayoría de la población, y aun reclamo de sanciones contra la patotita insultadora. Asombrosamente, en  Búsqueda (31.10.96), el periodista Tomás Linn, en artículo titulado “Las canciones y los cimientos”, salió a restar importancia a los agravios aduciendo: “Es posible interpretar que algunos versos contengan un insulto a la bandera de Artigas”. Interprétese, pues, como simbolizó Artigas los colores de su bandera : “… blanco y rojo en honor al vino que tomé/ y azul por el pedo que después me agarré”. El cronista empero, arguye: “La libertad, por encima del patriotismo, es el valor prioritario”. Discrepo en tan dura opción : nuestro país ha estado muchas veces sin libertad, pero ha tenido patriotas que supieron rescatarla. En cambio ¿cuánto puede subsistir la libertad en país sin patriotas ? Habría que colgarle el cartelito que a la entrada del infierno describió el Dante :  “Lasciati ogni speranza”. Se lamenta Linn mas adelante de que hemos convertido a Artigas en un “…intocable … en una suerte de deidad … en un ser único y perfecto, nadie mejor que él … Y lo que es más grave, hemos impedido que  otros alcancen su altura … Ante tamaña sacralización, inevitablemente aparecería alguien dispuesto a bajarlo de su pedestal”.

¿Cree pues, el Sr.Linn,  que obras tan documentadas como el “Alegato”, de Acevedo, la treintena de tomos  del  “Archivo Artigas”, la “Bibliografia de Artigas” (Ardao y Capillas), “El ciclo artiguista” (Bruschera, Reyes y Melogno), o los trabajos de Gadea, Favaro, Demichelli, Narancio, Petit Muñoz, malinterpretaron los hechos al extremo de haber ungido a Artigas en “deidad”, en un  “ser único y perfecto”, lo más alejado de lo que son los “hombres de carne y hueso”?  No, Sr. Linn, los trabajos mencionados, y otros muy respetables, permiten concluir con las más serena objetividad que Artigas  -figura que creció a medida que se fue analizando con mayor profundidad- fue un ser realmente excepcional y que quienes lo admiran (2), saben interpretar lo que leen lo suficientemente bien como para imaginar fantasías que las acreditadas fuentes citadas, distaron de sugerir. Una de esas fantasías que erróneamente  suelen extraerse del artículo 3º de las Instrucciones, la presunta libertad para practicar todos los cultos religiosos -  que sí haría del Prócer un ser de otra galaxia - me ocupé de desmentirla en “Búsqueda” del 8.1.99.
Pero, lo más interesante del último párrafo de Linn transcripto respecto a la inconveniencia de ensalzar en exceso a Artigas, radica en su sugestiva frase final : “Y lo que es más grave, hemos impedido que otros alcancen su altura”. Aquí parece estar el cangrejo abajo de la piedra. ¿Quienes son esos otros que necesitan de un deterioro forzoso de la imagen del Prócer para aspirar a arañar su nivel? Lástima no haber dado a conocer sus nombres, ya fueren fallecidos o no, pues resulta evidente que no se trata de un planteamiento en abstracto. Mientras tanto, ¡a desartiguizar, a desartiguizar!, algo imprescindible para hacer viable el operativo.
Docum. Nº3) - En la revista “tres” (1.11.96) el profesor José P. Barrán salta también a la liza para defender a la asqueante cancioncilla, porque lo único que ésta hace “…es atacar a la figura burguesa… al héroe acartonado”, asegura. Y trata de justificar las aberraciones con argumentación histórica : Letra: “… se casó con su prima que era medio retardada”. Barrán: “Es cierto que se casó con su prima y estaba mal de la cabeza” (el profesor tendría que saber que es falso que Rosalía estuviera “mal de la cabeza” cuando se casó y que eso se produjo dos o tres años después, con la muerte de sus dos niñas). Letra: ese día dejó como diez embarazadas”. Barrán: “Está documentado que Artigas tuvo aventuras con varias mujeres y que tuvo varios hijos”. Letra: El día que Artigas se emborrachó/ hizo cualquier cagada como buen señor/ gritaba haciendo eses nuestro general / y un paisano le avisó : pero usted está en cuete/ … pero el pedo se le fue recién en el Paraguay”. Barrán: “En cuanto a la borrachera, dudo mucho que algún oriental no se haya emborrachado en el siglo XIX, con la cantidad de caña brasilera que había”. Letra: “Y mamado hasta las patas dijo: me gusta esa china/ y en realidad no era otro que el negro Ansina”. Barrán: ” El rol de Ansina no está claro … Es muy poco conocido porque no hay documentación”(3). Acerca del titánico esfuerzo desplegado por el profesor, opine el lector.

Docum. Nº 4) - En “Búsqueda” (6.2.97) veinticinco profesores de historia, entre ellos Barrán, salen a la palestra en defensa de la libertad de expresión del cuarteto, ante cualquier intento “liberticida” que los pudiera acusar de “vilipendio”. Y nada más genial se les ocurre que equiparar el caso de la letrilla procaz al de la Comisión del Archivo Artigas, que personifican en Pivel, por haber reproducido en el tomo II (1951) un par de documentos españoles que aluden al “…contrabandista Pepe Artigas”. ¡ Jugada maestra !¡Vilipendio para todos o para nadie! ¡Cuarteto de Nos  y Archivo Artigas unidos, jamás serán vencidos! Sencillamente genial.
Docum. Nº 5) - En el semanario “Crónicas” (3.7.98) el profesor Barrán responde a un cuestionario de 40 preguntas. Citaré cuatro de ellas :
Preg. 20) “¿Se puede decir que Artigas es de los “libertadores” de la época, el de ideales más progresistas ? Resp. : “Por lo menos es el que tiene ideales republicanos y tal vez democráticos más claros”.
Preg.21) ¿Por qué dice “tal vez” democráticos? Resp. : “Dije tal vez democráticos en el sentido actual. Probablemente si impulsó formas de gobierno popular en el sentido de su época…”
Preg.22) “¿Cuál podría decir que ha sido el mérito principal de su pensamiento y acción ?. Resp. : “El historiador no tiene por qué  buscar méritos y valores, más bien  debería tratar de no hacerlo…”.
Preg.40) “¿Como cree que va a pasar a la historia el presidente Sanguinetti ?” Resp. : “Es un hombre muy inteligente, muy culto, muy pragmático… Sin duda es un demócrata …”.
¡Adiós con el error de buscar méritos y valores en otros… que ahora brotan en raudal! ¡Qué buen bajón para Artigas en el ranking de los demócratas nacionales con ese “tal vez” y ese otro “probablemente”, contra el categórico “sin duda” discernido al “…muy inteligente, muy culto y muy pragmático”, violentando sus recién enunciadas normas profesionales de reticencia en la materia !
Docum. Nº6) - A principios de 1999 el Codicen - coincidiendo con la tendencia “desartiguizante” de Sanguinetti, Linn y Barrán - aprobó definitivamente su programa de Historia inserto en el Plan Piloto 1996 (Ciclo Básico Educación Media), en el que se reduce a Artigas y su ciclo a la mínima expresión de “… setenta y dos líneas”, según denuncia el Dr .Gonzalo Aguirre en “El País” (29.3.99), “…con omisiones inaceptables como el Congreso de Abril y las Instrucciones … documento notable que sintetiza su pensamiento independentista, republicano, federal, integrador y anticentralista en lo económico y político … Lo que es inadmisible, inconcebible, es que ese revisionismo deformante de la figura de Artigas se haya incorporado sin más al texto oficial de quinto año escolar … en virtud del juicio personalísimo de tres docentes, por el mero hecho de que éstos redactaron un texto a pedido de una editorial extranjera, que luego resultó ganadora de una licitación llamada por el Codicen.” El diputado Corbo, entre muchas otras cosas, acusará al texto de desmerecer “…la verdadera estatura de Artigas y de la revolución oriental, por medio de un (…) relato parcializado con comentarios que arrojan sombras sobre los móviles que guían al Jefe de los Orientales.”  Junto a la figura de Artigas, agrega Corbo,  han sido desterrados todos los historiadores clásicos, los que no figuran en la bibliografía que, sólo admite a algunos de las últimas generaciones.
Docum. Nº 7) - En “El Pais” (18.7.99) es reporteado el profesor Barrán : “En primer lugar no aceptaría el concepto de héroe en la historia… El concepto de héroe es absolutamente romántico y anticuado … Las personalidades se pueden admitir, cómo no … Pero no me parece adecuado el concepto de héroe que viene del romanticismo y está totalmente perimido.” Clarísimo el mensaje : Artigas ya no es un “héroe” sino una “personalidad”,  y ahora como tal, puede cotejarse con cualquier otra personalidad, y tal vez aún en desventaja.
Pues bien: ese viraje - no cabe  denominarlo “evolución”- lo experimentó el profesor  en un máximo de un año y quince días, pues, en el reportaje de “Crónicas” (3.7.98) ya citado, le interrogaba acerca de Artigas la pregunta 24 : “Su figura es reivindicada por derecha e izquierda. ¿se trata del mismo personaje ?. Resp. : No, pero ¿quien no va querer poner de su lado al héroe fundador de la nación ?…  Es el héroe en el cual coincidimos todos …”. Coincidió poquito tiempo más. ¿Por qué viraje tal?
Docum. Nº 8) - Podrá parecer algo menor, pero encaja perfectamente dentro de este operativo por minimizar a Artigas. Siempre fue el fútbol mi deporte favorito y recordaré hasta mi último día como vibré, escuchando a don Carlos Solé en la final de Maracaná. Pero siempre creí que no procede confundir un partido internacional con una gesta patria. Viene esto al caso con motivo del fallecimiento de Obdulio Varela, cuando “Ultimas Noticias” (10.8.99) reprodujo un reportaje al entonces presidente Sanguinetti, quien afirmó que “… en aquel Obdulio de Maracaná está el espíritu del Artigas de Las Piedras.” Sin perjuicio del excelente futbolista y buena persona que fue Obdulio Varela, el símil es desproporcionado e irreverente en todo sentido. Aunque más no fuere porque en Maracaná no tuvimos que lamentar decenas de muertos.
Docum. Nº 9) - A principios del presente año me escribió desde Madrid un pariente compatriota, de quien hacía más de una década no tenía noticia. Me enteró que hace tres años que está radicado en aquella capital, donde recibe regularmente “Búsqueda” para enterarse de lo que aquí sucede, encontrándose de vez en cuando con una carta mía en la sección respectiva. El motivo de la misiva era exhortarme a que escribiera sobre algo que le había provocado suma indignación : había llegado a sus manos un folleto multicolor de más de treinta páginas - que me adjuntó - , muy bien presentado, , coeditado por nuestro Ministerio de Turismo y una “Comisión de las Comunidades Europeas” bajo el título “Uruguay país de encuentro”. Extrañamente no presenta fecha ni pie de imprenta. Con abundantes y excelentes fotos de nuestro país, incluye cinco artículos de escritores compatriotas, tomados de la revista barcelonesa “Altair” (Nº 22), según pude averiguar, ya que no se la menciona para nada. A los autores de las notas no se les requirió autorización para usufructuar gratuitamente de su labor profesional, según me aseguró uno de ellos, quien se enteró del asunto por mi intermedio. El mismo me señaló que los “colgados” en letra roja que adornan las notas, no aparecían  en la original “Altair”.  Uno de estos nos ilustra que “…las figuras y el pensamiento de José Artigas y José Batlle, padres de la patria, son todavía una referencia …” Improcedente equiparación en desmedro de nuestro Prócer, que la mayoría de los uruguayos -y que sin dudas hemos financiado la publicación sin enterarnos-, rechazamos. Según averigüé personalmente en el Ministerio de Turismo, el folleto se habría editado en la ciudad de Maldonado -obviamente durante el Ministerio del señor Benito Stern- y traído a Montevideo para ser repartido desde aquí.
Docum. Nº 10) - Tomás Linn en “Búsqueda” (17.2.2000) titula su artículo “La consolidación de una historia genuina”. Me limitaré a comentar parte de su última columna donde afirma: "Y si aquellos que con justificada ira condenan los holocaustos y campos de concentración del siglo XX, reparasen en el campamento Purificación levantado por Artigas en Paysandú para corregir, a los malos europeos y peores americanos, sin duda les correría un escozor por la espalda. Es en esa compleja imperfección, en esos textos inspirados en fuentes geniales, en su controvertido liderazgo, en la agresiva manera de ejercer el mando, donde está la fascinación de Artigas".
¿Es que habré entendido mal, o un mandón agresivo es capaz de suscitar la fascinación del Sr. Linn? Para peor, un mandón parangonable a los mayores genocidas del siglo XX, cuyas más acabadas expresiones se llamaron Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot y los más modernos Milosevic y Putin. Prefiero creer que, en ese viejo truco que mencioné al principio, el “dar quitando”, el pilón de la balanza del periodista se le escapó súbitamente hacia un extremo. Pues si yo compartiera tan siquiera en mínima parte lo que Linn afirma, ya estaría organizando la contraconmemoración  del sesquicentenario del fallecimiento de Artigas. Veremos que actitud asume Linn ante esos homenajes.
Categórico es Eduardo Acevedo en el tema de Purificación : “Falsean la historia, falsean los hechos que dicen lo contrario. No existe un sólo testimonio de martirios ni de ejecuciones en Purificación, si se exceptúa el fusilamiento del oficial correntino Perugorría, reo de  un grave acto de traición militar. Y en cambio pueden citarse numerosos casos de jefes y oficiales que fueron conducidos allí en calidad de prisioneros y conservaron sus vidas en condiciones tan honrosas como las que refiere el general Antonio Díaz, uno de los siete jefes enemigos engrillados, que Buenos Aires envió a Artigas. En igual caso se encuentran el general Viamonte y su Estado Mayor, y el barón de Holmberg y su Estado Mayor, prisioneros de Artigas” (”Alegato” II). A Holmberg, además, le había sido interceptada una orden del Directorio para ejecutar a Artigas y todos los jefes ni bien cayeran en su poder, como descontaban. ¿ Imagina esa actitud el Sr. Linn en la cáfila de sátrapas que parangonó con Artigas ? Ese ejemplo de mesura y responsabilidad que es Aníbal Barrios Pintos, en su libro “La villa de Purificación”, expresa: ” las cartas y declaraciones de confinados como las de Juan María Pérez y del alférez Maciel y del general Viamonte, demuestran con testimonios concluyentes el trato que les dispensaron, limitados a efectuar trabajos en la época de erección de la villa”. También el tempranamente desaparecido Juan A. Rebella en su exhaustivo “Purificación” (Clásicos Uruguayos vol.163), nos pinta igual panorama. Por lo demás varios ex prisioneros de Purificación como Lucas Obes y Juan M. Pérez, vivieron varios lustros entre nosotros después de emigrado Artigas (feb.de 1820) y ejercieron elevados cargos públicos con fácil acceso a la prensa, sin que ninguno dejase testimonio alguno respecto a esos horrores que Linn asegura que tuvieron lugar en la villa. Y se aferra, reiterándolas, a las diatribas de Sarmiento cuando, como presidente argentino, pisoteó impúdicamente nuestra soberanía al hacer atracar  un buque de guerra a nuestra costa (marzo de 1874), para trepar a la Meseta y desde allí irrumpir en imprecaciones y denuestos contra el Prócer y los innúmeros crímenes por el perpetrados., nada menos que por este confeso genocida de su propio pueblo rural y también del paraguayo.
Un sólo muerto, pues, se ha podido identificar en Purificación tras tanta calumnia, el ya mencionado correntino traidor cuya ejecución justifica plenamente su coterráneo, el historiador Salvador Cabral en su “Artigas y la Patria Grande”(pgs107/9). Previamente, en 1814, Artigas había hecho fusilar en Belén al coronel porteño Pérez Planes, por haber degollado a los cabildantes indígenas de Yapeyú, según narra el santafesino José L.Busaniche en su “Historia de la Argentina”. Tampoco se puede asegurar que todas las ejecuciones ordenadas por Artigas fueran estrictamente justas, sobre todo cuando por obvias razones de distancia debía delegar el cumplimiento de las penas en terceros. Así este oficio al Cabildo de Montevideo (29.6.16), ya iniciada la invasión portuguesa : “El que conspire contra la patria sea fusilado inmediatamente.” No trascendieron nombres de víctimas, en buena medida porque medio Cabildo ya estaba pensando en pasarse al lado del seguro triunfador. Si, se conoce el de Pascual Moreno, fusilado (nov.818) por intentar sobornar a Artigas de parte de los realistas mediante dinero, grados y honores. De marzo de 1819 es un oficio de Artigas a Felipe Duarte (AGN) ordenando algunos ahorcamientos al barrer, que jamás  sabremos si se concretaron. Con todo eso, Artigas fue por lejos el más moderado en su época, y su “clemencia para los vencidos” de Las Piedras, constituyó el primer caso de respeto por la vida de los prisioneros en la revolución rioplatense.
Porque sabemos, en cambio, que cuatro años y medio antes de fundarse Purificación, Mariano Moreno - siguiendo la línea sangrienta iniciada por Rivadavia con el motín de los patricios y la conspiración de Alzaga - comenzó a practicar en la Argentina su “Plan Revolucionario de Operaciones” en el que, anticipándose en tres años a Bolívar, decretaba la guerra a muerte a todos los enemigos y aún a los indiferentes o neutrales. Pocos días antes de que Artigas derrotara a Dorrego en Guayabos, los nuestros le interceptaron  un oficio que le enviaba a éste el también porteño Soler, ordenándole (28.12.814) : “Todos los oficiales, sargentos, cabos y jefes de partida … serán fusilados”. Y aún no existía la tétrica Purificación con que Linn nos impresiona, escozor de espalda incluído. Viejos denuestos resucitados para sembrar al voleo, con el fin primario de rebajar a Artigas de “héroe” a “personalidad” como predica Barrán desde hace nueve meses, para luego, como aconseja Linn en su columna - y por absurdo que parezca el parangón - “… poner en su justo lugar a José Batlle y Ordóñez”, sin desmerecerlo demasiado, pero sin sacralizarlo en exceso tampoco, porque esto último afirma el periodista, “… atrofia la posibilidad de otros surgimientos…”. ¿De quién ? Ahí parece estar la madre del borrego … y de esta aparente “triple alianza” coincidente en la tarea de minimizar la personalidad admirable, si, de José Artigas.
Jorge Pelfort
Búsqueda de marzo 30 de 2000
(1) Toda negrita dentro de una transcripción va de mi cuenta.
(2)  ”Admiración no es idolatría ni renuncia a la vigilancia crítica, no es convertir al ser admirado en semidivino y al margen de toda imperfección … Es un  modo saludable de no ceder a la tentación de ese escepticismo morboso que acecha siempre desde un secreto rincón del alma …” (Víctor Massuh, filósofo argentino).
(3)  Lo que está claro es que no fue un mero cebador de mate, pues por sendas cartas de Artigas (30.10.818) a Felipe Duarte y a Rivera, les entera que los había enviado en misión confidencial al litoral argentino, de donde trajo información importante sobre movimiento de tropas y buque.


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