sábado, 18 de septiembre de 2004

SOBRE EL POCHO DE APARICIO

Gral. Apàricio Saravia
En vuestro interesante suplemento recientemente aparecido "Aparicio Saravia - a 100 años de Masoller", ostenta su contratapa cuatro fotos, luciendo la última una leyenda que reza: "El poncho de Aparicio que forma parte de la rica colección ubicada en una sala del Museo Histórico".


No conozco qué documentación avala la autenticidad de dicha pieza. De todos modos, ese NO ES  el poncho con el que Saravia fue herido en Masoller y que ostentaba un enorme cuajarón de sangre sobre su textura de fina vicuña, pieza que fuera donada al Museo por mi madre el 12.6.1958 (expediente Nº 78/58 y oficio 132/58), donación que agradeció dicha Dirección con fecha 20 del mismo mes. Esa pieza desapareció posteriormente en forma definitiva del Museo.


Cuando tuve la convicción de ello (yo a mis 33 años ayudé a mi padre a acondicionar la pieza el día que él personalmente la entregó al Museo), por medio del Dr. Gastón Cháves hice la denuncia del caso en el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal de 12 turno (9.11.989).

Fui apoyado cien por cien por los testimonio de familiares que habían conocido la prenda en casa de mi madre, su hermana María Isasa, su prima política María Apolo de Murguía y su sobrino segundo Julián Murguía, quien el 6.9.1985 dedicó la contratapa del semanario "La Democracia" a describir el poncho y su impresionante mancha de sangre.

En abril de 1994 denuncié el hecho ante el Directorio de Partido Nacional, el cual con fecha 4.6.1994 me informó haber elevado mi documentación al Ministerio de Educación y Cultura.

Concluyendo: lejos de mi ánimo sugerir que el poncho que se encuentra en el Museo no haya podido pertenecer a Saravia, pues alguna documentación probatoria tiene que tener, pero NO ES el que tiñó con su sangre en Masoller y que aún no ha reaparecido".

JORGE PELFORT
EL PAIS
18 setiembre  2004

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